La mascara Matrix se consigue con una montura de espesor mínimo (6mm) y aligera notablemente el peso de la máscara hasta sólo 175gr con tira incluida. La montura ya no requiere de un cerco para fijar los cristales que incrementaba el espesor de la máscara, sino que es la propia carcasa principal la que rodea y presiona el facial sobre los cristales ensamblando la máscara.
La reducida estructura del marco y el facial de adaptación "en plano" permiten una gran aproximación de los cristales a los ojos sin problemas de contacto con la montura. Se reduce, por lo tanto, al mínimo absoluto el volumen interno y se anula toda visión de la zona central del marco desde el interior. Los cristales inclinados 15º y prolongados por encima de los pómulos incrementan la visibilidad inferior más de un 30% respecto a la de una máscara tradicional, mientras que la visibilidad superior y lateral se incrementan hasta el límite que permite el propio grosor de la montura: visión total - 5% en visibilidad superior y visión total -10% en visibilidad lateral.
Ha sido particularmente estudiada la rigidez estructural del puente central para evitar la pérdida del plano de los cristales debido a un exceso de tensión de la tira que podría provocar distorsiones ópticas.
La zona superior y lateral de la montura cuenta con unas atractivas inserciones en goma termoplástica que, a diferencia de lo que pueda parecer a primera vista, no son piezas ensambladas, sino que son el resultado de la inyección al mismo tiempo de dos diferentes materiales mediante una tecnología muy avanzada que hasta hoy se utilizaba solamente en componentes de alta tecnología como las teclas de los teléfonos móviles.